¿Por qué deberías leer antes de ir a dormir?
¿Eres lector o lectora nocturno? Aun cuando no lo seas, hay causas para eso. Atenta: los profesionales de la Cátedra del Sueño de la Universidad de Granada – LoMonaco aseguran que sumergirse en la lectura y dejar de lado (por un momento) las omnipresentes pantallas, tiene varios beneficios y puede transformarse en un paso clave de nuestra rutina de noche, que nos ayude a conciliar mejor el sueño y nos posibilite gozar de un tiempo libre de más grande calidad.
Sin embargo, a la inversa de lo cual logre pensarse, los ebooks con ‘pantallas de tinta electrónica’ son además buenos compañeros en nuestras propias lecturas nocturnas. Para lo demás, verificar nuestras propias redes sociales, ver una serie o responder emails no son ocupaciones aconsejadas por la noche, debido a que cada una de integran pantallas y la luz azul que emiten dificulta el principio del sueño.
Según los profesionales, la lectura es una de las superiores ocupaciones a integrar en nuestra rutina de noche. Además de sus conocidos beneficios para preguntas como mejorar nuestra memoria o potenciar la creatividad, leer previo a descansar es una buena herramienta para reducir el estrés al que estamos sometidos a diario, debido a que “obliga” a nuestra mente a concentrarse en una exclusiva actividad, realizando que desconecte de las preocupaciones y inconvenientes diarios. Además, leer un libro anterior a irnos a la cama (o a partir de ella) podría ser un factor clave en nuestro ritual de noche. Convertirlo en un hábito, dejará que nuestro cuerpo humano asocie esta acción con el sueño que está por advenir y lo identificará con un rato de relajación.
Leer a lo largo de horas en una mala postura puede ocasionarnos dolores musculares y de cervicales. Lo ideal podría ser asir nuestro libro y sentarnos en una silla o sillón de diseño ergonómico que cuide nuestra postura y, una vez que acabemos, meternos en la cama a reposar. Si no es viable, aquí van 5 tips que debemos continuar para sumergirnos, de manera correcta, en la lectura en medio de las sábanas.
1. Previene posturas obligadas. Poseemos que colocarlos en una postura que evite doblar el cuello. Por lo cual se desaconseja leer de lado y boca debajo, debido a que provoca que carguemos los hombros y las cervicales.
2. Siéntate y apóyate en el cabecero. Una postura simple y adecuada es sentarnos apoyados en el cabecero de la cama, dando soporte a la cabeza con una almohada. En la situación de leer boca arriba, además de continuar utilizando la almohada, tenemos la posibilidad de mejorar la postura colocando un cojín bajo las rodillas, para que la espalda se encuentre plenamente apoyada y las extremidades se relajen.
3. Una distancia idónea. Los expertos recomiendan conservar del libro a unos 35-40 cm de nuestros propios ojos.
4. Cuida la iluminación. Frecuentemente usamos la luz de la lámpara de noche para leer en el dormitorio, por lo cual debemos estar seguros de que ofrezca una magnitud idónea y, más que nada, intentar que dicha luz provenga de detrás de nuestra cabeza.
5. Hazte con una base articulada. Su mecanismo nos posibilita regular y adaptar plenamente el respaldo, ofrendando una postura ergonómica y idónea para los lectores que no usan la cama solo para reposar.